Otra manera de clasificar las empresas es en base a la procedencia de su capital. El capital son los bienes necesarios para poder producir, e incluyen desde el dinero para pagar salarios hasta la maquinaria e infraestructura necesaria para hacer funcionar una empresa. De esta manera las empresas se pueden clasificar en:
Privadas. En estas empresas el capital es aportado por particulares, aquellos que son personas físicas o morales no pertenecientes al gobierno. Las empresas privadas suelen tener una gran presencia en la generación de empleos, y aunque el capital proviene de empresas, el gobierno puede fomentar su desarrollo a través de distintos incentivos.
Mixtas. Corresponde a empresas en donde el capital se aporta de forma conjunta entre el gobierno y particulares. En estos casos el gobierno retiene por lo menos el 51% de la propiedad de la empresa (acciones) para así siempre poder controlar y tener la última palabra en los manejos de la empresa. Hoy en día son pocos los casos en donde existan empresas mixtas.
Microempresa. Se refiere a aquellas empresas en donde el número de trabajadores es reducido y por lo general se trata de una familia. Estas empresas obtienen su capital generalmente del patrimonio de la familia y en ocasiones se auxilian de fondos de fomento gubernamentales o programas de créditos especiales.
Públicas. Son aquellas empresas cuyo capital proviene del gobierno, además, la gestión de decisiones proviene directamente del gobierno o de un organismo designado para este propósito.