Dentro de todas las malas noticias que rodean la situación económica de los Estados Unidos, es bueno (y un gran alivio para sus ciudadanos) saber que el presidente Barack Obama aseguró que no se tocará la Seguridad Social para poder combatir el déficit a largo plazo.
Esta noticia da seguridad en cuanto a que no se realicen reducciones en el gasto social que se ha estado apoyando.
Para Obama, la Seguridad Social no ha sido la causa del déficit que están enfrentando, y por lo tanto se debe adoptar un enfoque para reducir este déficit desde su raíz.
Durante el mes de julio, en las negociaciones con Boehner en busca de ampliaciones para el límite de endeudamiento federal se propuso reducir el ajuste por inflación a quienes recibieran Seguridad Social, pero la propuesta no fue aceptada por los partidos demócratas estadounidenses.
Por eso se pensaba que Obama podía presentar un plan basándose en dichas reducciones, pero el presidente despejo dudas y ha asegurado que busca reforzar sus propuestas anteriores.