Una auditoría interna se define como “una actividad independiente y objetiva de aseguramiento y consulta” (Instituto de Auditores Internos), la definición continua señalando que los objetivos son agregar valor y mejorar las operaciones de una empresa. Se trata de una herramienta que ayuda a cumplir los objetivos de la empresa aportando un enfoque sistemático el cual evalúa y mejora los procesos dentro de la empresa: riesgos, control y administración.
El objetivo principal de una auditoría interna es ayudar a la gerencia al cumplimiento de sus funciones y responsabilidades, las cuales quedan señaladas en los objetivos de la empresa. Esto lo logra a través de un estudio objetivo, cualitativo y cuantitativo sobre los procesos de la empresa, y junto con esto, un conjunto de recomendaciones sobre cómo podrían mejorarse éstas operaciones.
Una auditoría interna es más rápido que una auditoría externa y el trabajo son más simplificados. Los pasos de una auditoría interna son:
Dirigir la investigación siguiente las políticas y procedimientos de la empresa. Averiguar el grado en el que se cumplen los planes y evaluar la estabilidad y suficiencia de los controles operativos, contables y financieros.
Preparar un informe el cual señale los puntos buenos y malos del estudio, haciendo énfasis en las irregularidades detectadas y dando recomendaciones sobre cómo resolverlas.