Robert Zoellick, director del Banco Mundial (BM), y Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional, advierten que es posible que se desate una nueva crisis económica a nivel mundial, y que si bien es evitable, la situación actual requiere de un esfuerzo mucho mayor que el de dos años atrás.
Largarde comentó que tanto los bancos centrales y los gobiernos utilizaron una gran cantidad de sus recursos para frenar la crisis del 2009, por lo que una nueva crisis podría ser muy dura si no se actúa en conjunto entre las organizaciones internacionales y los bancos centrales.
Por ese mismo motivo es que se ha estado instando a los países más afectados a que refuercen su ahorro estatal y el crecimiento económico, cosa de poder contar con fuerzas para combatir la recesión.
Sus palabras fueron dirigidas fundamentalmente a los bancos europeos, instando a una recapitalización fuerte para soportar los posibles riesgos.